La presión es real
Si trabajas en el mundo de la localización, o con ella, es probable que hayas escuchado dos mensajes contradictorios:
«Utiliza más IA, necesitamos reducir costes».
«¿Por qué es tan mala la calidad y por qué tarda tanto tiempo?»
Los equipos de localización se ven atrapados entre las demandas de reducción de costes y la frustración de las partes interesadas en mercados locales en términos de calidad, por lo que se ven entre la espada y la pared. La verdad es que ambas perspectivas son válidas, por lo que encontrar el equilibrio adecuado entre humanos e IA se ha convertido en una de las cuestiones más importantes en la localización moderna.
El triángulo de velocidad, coste y calidad está cambiando
Durante años, los profesionales de la localización han trabajado con las restricciones del triángulo de velocidad, coste y calidad. Tradicionalmente, mejorar una dimensión implicaba comprometer otra.
Pero la IA ha desbaratado la ecuación. La traducción automática y los flujos de trabajo con IA han:
Abaratado aún más los costes al reducir los esfuerzos manuales.
Acelerado los procesos con borradores de traducción prácticamente instantáneos.
Aumentado la calidad estándar de los resultados iniciales de la traducción automática en comparación con tecnologías anteriores.
A pesar de estas mejoras, la IA por sí sola no puede garantizar el tono de voz, el cumplimiento ni los matices culturales adecuados. Ahí es donde resultan fundamentales los humanos.
y donde todavía marcan la diferencia
Cada punto de intervención humana en un flujo de trabajo no solo añade costes y tiempo, sino también un valor único:
Los traductores garantizan que la terminología sea clara y coherente
Los revisores se aseguran de que el tono de voz refleje la marca.
Los revisores en el país, también conocidos como validadores, comprueban la adecuación cultural y la precisión en contexto.
Estas funciones son más importantes allí donde los errores pueden comportar un riesgo considerable: cumplimiento, seguridad del producto o confianza en la marca. En estos casos, lo «suficientemente bueno» no es suficientemente bueno.
La llegada de agentes de IA
El futuro no trata de los humanos contra la IA, sino de los humanos con la IA. Nuevos enfoques emplean varios «agentes» de IA que replican funciones humanas en el flujo de trabajo:
Un agente de traducción genera contenido incorporando terminología y traducciones anteriores.
Un agente de calidad evalúa el resultado y le asigna puntuaciones de calidad.
Un agente de edición modifica las traducciones flojas, lo que produce mejoras automáticamente.
Este bucle de generar, evaluar y perfeccionar eleva la calidad del resultado inicial de la IA sin que ello implique un impacto importante en la velocidad ni los costes. Es señal del modo en el que evolucionan los flujos de trabajo: más inteligentes, escalables y cada vez más híbridos.
Calidad adecuada: decidir dónde importa
No todo el contenido precisa el mismo nivel de revisión. Los líderes de localización más inteligentes adaptan los flujos de trabajo para que se ajusten al propósito de cada tipo de contenido: si requiere cumplimiento, si es para los clientes o de uso interno, etc. Por ejemplo:
Contenido de alto impacto: contratos legales, documentos de cumplimiento, instrucciones de seguridad o mensajes de marca para los clientes. Este tipo de contenido requiere una revisión con la intervención de humanos.
Contenido de menor impacto: documentación interna, preguntas frecuentes o actualizaciones informales. En estos casos, la posedición de traducción automática o una traducción con IA con una ligera revisión puede ser suficiente.
Al tomar decisiones conscientes sobre lo que requiere una calidad máxima y lo que no, los equipos de localización tienen el poder de contrarrestar expectativas poco realistas.
Pasos prácticos para los líderes de la localización
Audita el contenido: clasifícalo en categorías críticas o de bajo impacto.
Diseña flujos de trabajo: alinea los esfuerzos humanos con la importancia del contenido.
Muestra el retorno de la inversión (ROI): explica a las partes interesadas por qué no todo el contenido se somete al mismo nivel de revisión.
Asóciate de una manera inteligente: trabaja con proveedores que puedan ayudarte a abordar las capacidades cambiantes de la IA protegiendo la calidad.
Un nuevo equilibrio entre la IA y los humanos
La IA no ha llegado para sustituir a los profesionales de la localización, pero está cambiando sus funciones. En lugar de perder tiempo en tareas repetitivas, la IA se encarga de lo más pesado, desde los primeros borradores hasta las comprobaciones de calidad básicas. Los humanos entran en juego allí donde crean un mayor valor: perfeccionando los matices, garantizando el cumplimiento y protegiendo la voz de marca.
Al mismo tiempo, la explosión del contenido generado por IA implica que hay más contenido que revisar y localizar que nunca. Lejos de reducir la necesidad de localización, la IA ha multiplicado el volumen, lo que hace que la mezcla adecuada de automatización y experiencia humana tenga más importancia que nunca.
La verdadera oportunidad reside en encontrar el equilibrio perfecto. Al definir conscientemente qué implica «suficientemente bueno» para cada tipo de contenido, los equipos de localización pueden cumplir las presiones de costes sin comprometer la calidad donde resulta más importante.
En LanguageWire, ayudamos a las empresas a encontrar el equilibrio con flujos de trabajo híbridos y escalables con IA y guiados por la experiencia humana.
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