Si tu empresa trabaja con traducciones multilingües, es probable que ya conozcas los términos «base de datos terminológica» y «memoria de traducción». Aunque ambas tienen un papel fundamental en la traducción, tienen distintos fines. Comprender cómo funcionan (y cómo se complementan entre ellas) puede mejorar significativamente la calidad, la coherencia y la eficacia de la traducción.
Una base de datos terminológica (TB) es un glosario central de términos, expresiones y definiciones de un sector concreto que se utilizan en las traducciones. Garantiza la precisión y la coherencia proporcionando a los traductores terminología aprobada en varios idiomas.
Proporciona a los traductores una referencia terminológica fiable, lo que garantiza la precisión y la coherencia entre todos los proyectos. Por ejemplo, una base de datos terminológica jurídica puede incluir entradas como «jurisdicción», «responsabilidad» e «indemnización», mientras que una base de datos terminológica tecnológica puede incluir términos como «servicios en la nube», «ciberseguridad» y «transformación digital».
Al implementar una base de datos tecnológica, las empresas pueden mantener la coherencia de la marca, reducir la ambigüedad y garantizar que la terminología especializada se traduzca correctamente en todo momento, independientemente del idioma o el mercado.
¿Qué es una memoria de traducción?
Una memoria de traducción (TM) es una base de datos que almacena contenido ya traducido en segmentos bilingües. Cuando un traductor trabaja en un nuevo proyecto, la TM sugiere traducciones previas aprobadas para texto similar o repetido, lo que ayuda a:
Ahorrar tiempo evitando traducciones redundantes.
Mejorar la coherencia entre documentos e idiomas.
Reducir costes reutilizando traducciones previas.
Por ejemplo, si en un manual se tradujo previamente «Pulse el botón rojo para arrancar la máquina», la TM sugerirá esta traducción cuando encuentre «Pulse el botón verde para activar la máquina».
Principales diferencias entre las bases de datos terminológicas y las memorias de traducción
Fin: una base de datos terminológica garantiza la coherencia terminológica proporcionando traducciones aprobadas de términos concretos, mientras que una memoria de traducción reutiliza contenido traducido previamente para mejorar la velocidad y la eficacia.
Tipo de contenido: las bases de datos terminológicas almacenan términos y definiciones de un sector concreto, mientras que las memorias de traducción guardan frases o segmentos completos en formato bilingüe, captando el modo en el que se han traducido previamente frases completas.
Caso práctico: las bases de datos terminológicas son ideales para mantener la voz de la marca y la precisión lingüística, especialmente en contenido técnico o regulado. Las memorias de traducción ayudan a acelerar los procesos de traducción y reducir costes eliminando la necesidad de volver a traducir texto similar o repetido.
Al usar ambas herramientas, las empresas pueden garantizar que su contenido sea preciso y coherente, y se entregue mucho más rápido y de un modo más rentable, lo que respalda la comunicación de alta calidad entre idiomas y mercados.